
Luego de la tan tormentosa velada, me levanto al otro día con un año más acuestas, digo tormentosa xq me toco luchar contra uno de mis mayores monstruos, que es el que me acosa y uno de los mas fuertes en derrotar, su nombre es: ALCOHOL, o al menos así le dicen, en pemolandia recibe distintos nombres, pero eso no es el caso, el verdadero problema es que al siguiente día amaneces adolorido de la batalla que te ha tocado. Te das cuenta que es un monstruo, cuando te levantas y te sorprende que afuera de mi casa hay un día precioso, con mucha brisa, tanta brisa que trae sonidos de voces, cantos de aves, y un chivito a lo lejos (beeeee), y yo perdiendome de todo eso solo por el bendito "ratón" que te acosa, tal vez pude recibir un hermoso "regalo divino" y no lo recibi por estar naufragando en el mar de la inconciencia, es dificil pero tengo que ganar esta batalla! este monstruo o YO o ego, es tan dificil de dominar que todvía no he podido mirarlo a la cara para tratar de ilustrarlo, espero que la proxima vez pueda irme despegando de él y seguramente obtendre un maravilloso personaje que le diré: "Jajajajajaja! TU ERES ASÍ!!". Y así no tendre su malestar estomacal que incluye gases desastrosos, ni sus mareos, ni sus historias de mí narradas por otros y que yo nisiquiera recuerdo, ni burlas ni nada! soy tan feliz cuando me doy cuenta de todo lo que te liberas, simplemente por derrotar "al señor locuraliquida". me conformaré con un vinito de vez en cuando y de a poquito para que no ocurran, grandes aporreos.
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